THE CABIN IN THE WOODS (2013)
Cuando
leí que Joss Whedon (creador de series como Firefly,
Buffy, Cazavampiros, Dollhouse y director de films como Serenity –continuación de la serie Firefly, cancelada prematuramente– o la más
reciente Los Vengadores) había
escrito el guión para una película de terror me extrañé un poco. Sin embargo,
tras visionar el film me di cuenta que, pese a no estar dirigida por él, pues
el director es el debutante Drew Goddard, tiene muchos “toques Whedon” a lo
largo del metraje que elevan notablemente la calidad del film.
Para
empezar no estamos ante una cinta de terror al uso, pues parodia muchos de los
clichés de las películas de terror, algunos de manera magistral. Sin embargo
tampoco es una parodia propiamente dicha, pues tiene elementos de terror, así
como elementos fantásticos, de misterio… De este modo, el director y Whedon,
ambos co-escritores del guión, consiguen un toque único para la película, con
un guión gamberro y divertido, que incluye un final realmente genial.
La historia comienza con el típico grupo de
amigos jóvenes que van a la cabaña del tío de uno de ellos, la cual está
aislada en la montaña. Allí, comienzan a suceder cosas extrañas, con múltiples
guiños a otros films de terror, y poco a poco comenzamos a descubrir que hay
algo más detrás de todo lo que ocurre. Es preferible dejar la sinopsis aquí,
pues cuanto menos se sepa de esta película a la hora de ir a verla más nos
sorprenderá.
La película cuenta con actores de la talla de
Bradley Whitford (Josh Lyman en El ala
oeste de la Casa Blanca), nombres conocidos como Chris Hemsworth (Thor, Los Vengadores, Star Trek, Rush), secundarios de lujo como Richard
Jenkins (Quemar después de leer, Jack Reacher, Mátalos suavemente) y una serie de actores más desconocidos para el
gran público, pues la mayoría vienen del mundo televisivo, pero que cumplen
correctamente su papel: Amy Acker (Dollhouse,
Alias), Jesse Williams (Anatomía de Grey), Frank Kranz (Dollhouse), Anna Hutchinson (Spartacus: War of the Damned, Powers Ranger Furia Animal) o Kristen
Connolly (House of Cards). Además de
un genial cameo en los minutos finales que arrancó las carcajadas de la sala y
que no desvelaré para mantener la sorpresa.
Lo más destacable de la película es esa mezcolanza
de géneros tan particular que logran entre Whedon y Goddard, que si bien es
cierto que es muy probable que no satisfaga a los fans puros del cine de
terror, pues acaba teniendo más peso la parte de comedia, logra un equilibrio
propio, que otorga una identidad única a la película que la favorece
enormemente.
En definitiva, estamos ante una película
correcta, que sin ser nada especialmente remarcable en cuanto a fotografía o
música, mantiene el interés debido al guión y lo extravagante de la historia,
pues consigue mantener la tensión de manera aceptable. Además, nunca sabes cómo
va a sorprenderte, pues tiene varios giros de guión interesantes hasta llegar a
un final delirante y divertido. Muy recomendable como entretenimiento sin más
aspiraciones.