Robert
Zemeckis (Forrest Gump, la trilogía Regreso al Futuro, Náufrago) dirige una historia sencilla sobre como un equilibrista
francés, Philippe Petit, descubrió que se estaban construyendo las Torres
Gemelas en Nueva York y se obsesionó por tender un cable entre las mismas para lograr
el "golpe artístico del siglo".
Hay que
destacar el impresionante trabajo que realiza el norteamericano Joseph
Gordon-Levitt como el francés Philippe Petit, quien siendo una de las
decisiones más cuestionadas del casting cuando se dio a conocer (por aquello de
que un californiano interprete a un francés) ha logrado hacer el personaje suyo
y hablar con un acento francés muy creíble que ha recibido grandes elogios en
los lugares donde se ha proyectado en versión original.
La trama
del film es extraordinariamente simple, pues toda la película nos cuenta cómo
Petit idea el plan y cómo consigue llevarlo a cabo, con unos breves apuntes
sobre su niñez y juventud, así como por su pasión por el equilibrismo desde que
lo descubre en un circo. Ahí reside una de las mayores virtudes de Zemeckis,
pues consigue realizar una película de más de dos horas sobre una historia tan
sencilla que no aburre en (casi) ningún momento, lo que lo eleva como uno de
los grandes directores de la actualidad.
Sin embargo, sí hay que añadir que pese a que no aburre, tampoco consigue emocionar, siendo una película de fácil consumo pero cuya trama se olvida bastante rápido una vez abandonada la sala de cine, quedando eso sí en la retina del espectador los trucos visuales con que adereza Zemeckis los momentos con Petit en lo alto de las Torres.
La película
gana enormemente visionada en pantalla grande (preferiblemente, si se tiene la
posibilidad, con el sistema IMAX), pues Zemeckis consigue transportarnos a los
años 70 y logra dotar a las Torres Gemelas del suficiente carisma como para que
pasen a ser un personaje más del film. Los efectos visuales están perfectamente
integrados, pues hasta las partes en que el director juega con la narración
para expresar los sentimientos y sensaciones del equilibrista están compuestas
con una sensibilidad asombrosa.
La banda
sonora, sin pasar a ser memorable en ningún momento, cumple su función de
acompañamiento de manera sublime, ayudando a resaltar de manera magistral las emociones
del protagonista cuando se encuentra ideando el plan y, especialmente, cuando
se halla suspendido en el cable entre las dos Torres. Sin embargo, no es una
partitura que desees comprar o buscar en internet nada más abandonar la sala de
cine como ocurre en otros títulos.
En resumen,
estamos ante una buena película, que entretiene y da a conocer la historia de
este equilibrista francés (para quién no haya visto el premiado documental Man on Wire), pero que no llega a
emocionar al espectador como podría haber hecho una historia así si hubiese
sido tratada desde una perspectiva más cercana al personaje y menos centrada en
el hecho en cuestión.
El auténtico Philippe Petit cruzando las Torres Gemelas. |
Un momento del rodaje del film con Gordon-Levitt. |
Soy muy fan de Gordon-Levitt así que tengo ganas de verla, aunque sí que es verdad que ha pasado muy desapercibida. Pero bueno, tengo esperanzas :D
ResponderEliminar¡Saludos!
Si encima eres fan del actor protagonista no creo que te defraude. Que haya pasado desapercibida no es indicativo de nada... hay muchas grandes películas que pasan de refilón por la cartelera, y películas muy malas con mucho bombo mediático ;)
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