sábado, 29 de octubre de 2011

Spielberg vuelve a sus mejores años


LAS AVENTURAS DE TINTÍN: EL SECRETO DEL UNICORNIO

Pese a ser un gran fan de Spielberg no tenía grandes esperanzas en este proyecto del Rey Midas de Hollywood, pues nunca he sido un defensor de la captura de movimiento, ni mucho menos del 3D (sistema el cual, excepto en Avatar, me parece que no aporta nada y sólo estropea la película porque el director de turno se empeña en tirar 5 cosas por minuto hacia la cara del espectador olvidándose de elegir el plano más adecuado a la historia que está contando).

Aún así, me propusieron ir a verla el día de su estreno y accedí. ¿Por qué no? después de todo es del director de películas como la saga de Indiana Jones, Tiburón, ET, El diablo sobre ruedas, Salvar al soldado Ryan, La lista de Schindler, Munich, Minority Report, y un largo número de grandes películas para las cuales no tenemos espacio suficiente en esta crítica.

Nada más empezar, los créditos me engancharon como pocas veces me ha ocurrido en el cine. A partir de ahí la película sigue la máxima de Hitchcock de no dar un minuto de respiro al espectador, pero consiguiendo no saturar ni cansar al espectador en ningún momento. Lo mismo ocurre con el 3D, ni satura ni cansa, sólo enriquece la acción.

La película se beneficia enormemente del talento de su director, que consigue sacar el máximo partido de la técnica de captura de movimiento que tanto ha perfeccionado Zemeckis (director de la saga de Regreso al futuro, curiosamente producida por Spielberg). Además, la planificación y montaje de las secuencias es espectacular, con muchos planos secuencia perfectamente ejecutados que te permiten seguir la acción sin perderte (como ocurriría en un montaje de 5 planos por segundo, al que tan acostumbrados nos tiene el cine actual).

Spielberg da una lección de cine utilizando los reflejos de forma maestra, utilizándolos para ayudarse en la narración de la historia, no sólo "porque hace bonito"; aplicando unas transiciones espectaculares que permiten seguir mucho más fácilmente la acción y jugando con el humor, la acción y la aventura como sólo él sabe.

Este Tintín nos recupera al mejor Spielberg y nos recupera el mejor cine de aventuras (sin necesidad de sangre ni violencia desmedida, pero con un amor por los detalles, por la acción y por el humor -que nunca cae en lo infantil- que te permiten disfrutar de esta película una y otra vez). Por poner un único pero: el guión podría haber sido un poco más elaborado, pero... se trata de cine de aventuras y entretenimiento, ¿no? Y eso lo cumple a la perfección. Ademas, supongo que el cómic tampoco tendrá mucha más historia que extraer...
Puede contener pequeños spoiler:
Especial atención merecen los momentos de auto-homenaje a Tiburón (ese Tintín nadando al que sólo se le ve el flequillo) y a Indiana Jones y la última cruzada (esa persecución en motocicleta con sidecar, la cual además ofrece una lección magistral de cómo montar una escena de acción con un ritmo vertiginoso sin necesidad de recurrir a un montaje frenético de 5 planos por segundo). Así como el momento en que se permite lanzar un bastón hacia la cara del espectador como para que éste se de cuenta de que no es necesario utilizar ese recurso para captar el 3D (puesto que sólo lo hace una única vez en todo el film).
También cabe destacar esa magnífica persecución de Milú al coche que acaba de secuestrar a su dueño (una lección de montaje y cómo colocar una cámara para mostrar la acción) y la lucha entre dos grúas carga-contenedores como si fuesen espadas.