miércoles, 24 de octubre de 2012

No parece española


Cartel promocional de la película
LO IMPOSIBLE (2012)

Sí, ese es mi titular, lo siento, no parece española. Y lo digo como elogio. Porque seamos realistas, cuando comentamos el cine patrio siempre decimos frases como "Está bastante bien… para ser española", "Para ser española no está mal" o, en el mejor de los supuestos y como en el caso de la película que nos ocupa, "Pues está muy bien, no parece española".

Sé que estoy generalizando, pues hay ciertas excepciones (por suerte, poco a poco, cada vez alguna más) en donde se presentan productos más que decentes producidos dentro de nuestras fronteras que alcanzan grandes cotas de calidad, pero por desgracia no es la tónica habitual a la que estamos acostumbrados. Siempre que vemos una película española no vamos con la idea de compararla con las películas extranjeras, pues sabemos que en el 99% de los casos, la obra española no resistirá dicha comparación mucho tiempo.
Ewan McGregor en un fotograma de la película.

La película que nos ocupa está dirigida por Juan Antonio Bayona, director que debutó con excelente críticas hace unos años con "El orfanato" tras haber realizado algunos cortometrajes bastante reconocidos. Bayona se propone introducirnos desde el primer momento en el interior del desastre, no solo que empaticemos con los personajes, sino que de verdad vivamos y sintamos con ellos todo aquello que les sucede. Y la verdad es que lo consigue con creces.

Para esto, se rodea de un reparto de caras conocidas (Ewan McGregor, Naomi Watts) y de unos cuantos actores casi desconocidos, entre los que destaca enormemente Tom Holland y, en menor medida, Oaklee Pendergast y Samuel Joslin, que cumplen su función de manera espectacular.

En primer lugar hay que aclarar que el mayor protagonista de la película (tanto por cantidad de tiempo en pantalla como por calidad de la interpretación) es el prácticamente desconocido (al menos para el público español) Tom Holland, quién consigue a sus apenas 15 años realizar una interpretación sobrecogedora. Naomi Watts realiza otra soberbia interpretación en su carrera, pero tampoco la "interpretación de su vida" que muchos críticos están diciendo (no hemos de olvidar la estupenda filmografía de esta actriz, que cuenta en su haber con títulos como "21 gramos", "Caza a la espía" o "Promesas del Este"). Ewan McGregor está soberbio, acaparando gracias a su  espléndida actuación algunos de los momentos más emotivos de la película.

También hay que avisar que los papeles tan anunciados en España de Marta Etura y Geraldine Chaplin se convierten en apenas unos cameos, pues la historia se centra en la supervivencia de la familia en las horas posteriores a la catástrofe que asoló Tailandia en el 2004. Quienes sin embargo consiguen hacerse un hueco propio son los jóvenes Oaklee Pendergast y Samuel Joslin, que interpretan a los dos hijos menores de la familia asolada por la tragedia. Aquí se nota el buen hacer del director español, quién consigue extraer unas interpretaciones espectaculares de los pequeños en los pocos minutos que aparecen en pantalla, al igual que del resto del reparto.
 
Otra de los aspectos que ayudan al director barcelonés a introducirnos en la catástrofe son los efectos visuales y especiales. Estos están creados íntegramente por empresas españolas y nos demuestran que si sabes aprovechar bien un presupuesto (alrededor de 30 millones de euros), muy modesto para los estándares de Hollywood aunque bastante elevado para ser una producción española, puedes lograr crear una película al nivel de las grandes producciones extranjeras.

Por último, quisiera destacar la estupenda labor del departamento de sonido. Y no sólo la banda sonora de Fernando Velázquez, que es sobrecogedora, y en la cual se nota bastante la mano de Michael Giacchino (la serie "Perdidos"), el cual incluso está acreditado como "agradecimientos"; sino del departamento de sonido desde el momento de la grabación hasta el posterior montaje y mezcla de sonido. En muchas ocasiones, especialmente durante el envite de la ola del tsunami, estamos más sobrecogidos por los efectos sonoros y la estupenda mezcla (recomiendo ver esta película en un cine equipado con un gran sistema de sonido) que por la crudeza e impotencia de las imágenes en sí mismas (que también son espectaculares y muy bien resueltas y montadas, no estoy menospreciándolas).

Naomi Watts, protagonista del film

Ya para finalizar, por realizar una leve crítica a la película, hay brevísimos momentos en que las situaciones están resueltas con algunos trucos para conseguir la lágrima del espectador, pero viendo todo lo demás que rodea al conjunto es un aspecto que podemos fácilmente ignorar y pasar por alto, pues no obstante estamos ante un drama y es lógico que el director se tome algunas licencias y tire en algún momento de tópicos.


En definitiva, estamos ante una de las películas más importantes del año, firme candidata para los Oscar (y no sólo a "Mejor Película Extranjera", sino que el departamento de sonido, además de quizás algún otro, debería como mínimo estar nominado en alguna de sus categorías -"Mejor Sonido" y/o "Mejores Efectos Sonoros"-) y que no puedes dejar pasar la oportunidad de ver en pantalla grande. Una película española muy recomendable.


Juan Antonio Bayona durante el rodaje del film
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Fotograma del impresionante tsunami.