Sí, ese es mi titular, lo siento, no parece española. Y lo
digo como elogio. Porque seamos realistas, cuando comentamos el cine patrio
siempre decimos frases como "Está bastante bien… para ser española", "Para
ser española no está mal" o, en el mejor de los supuestos y como en el
caso de la película que nos ocupa, "Pues está muy bien, no parece española".
Sé que estoy generalizando, pues hay ciertas excepciones (por
suerte, poco a poco, cada vez alguna más) en donde se presentan productos más
que decentes producidos dentro de nuestras fronteras que alcanzan grandes cotas
de calidad, pero por desgracia no es la tónica habitual a la que estamos
acostumbrados. Siempre que vemos una película española no vamos con la idea de
compararla con las películas extranjeras, pues sabemos que en el 99% de los
casos, la obra española no resistirá dicha comparación mucho tiempo.
Ewan McGregor en un fotograma de la película. |
La película que nos ocupa está dirigida por Juan Antonio Bayona, director que debutó con excelente críticas hace unos años con "El orfanato" tras haber realizado algunos cortometrajes bastante reconocidos. Bayona se propone introducirnos desde el primer momento en el interior del desastre, no solo que empaticemos con los personajes, sino que de verdad vivamos y sintamos con ellos todo aquello que les sucede. Y la verdad es que lo consigue con creces.
Para esto, se rodea de un reparto de caras conocidas (Ewan
McGregor, Naomi Watts) y de unos cuantos actores casi desconocidos, entre los que
destaca enormemente Tom Holland y, en menor medida, Oaklee Pendergast y Samuel
Joslin, que cumplen su función de manera espectacular.
En primer lugar hay que aclarar que el mayor protagonista de
la película (tanto por cantidad de tiempo en pantalla como por calidad de la
interpretación) es el prácticamente desconocido (al menos para el público
español) Tom Holland, quién consigue a sus apenas 15 años realizar una
interpretación sobrecogedora. Naomi Watts realiza otra soberbia interpretación
en su carrera, pero tampoco la "interpretación de su vida" que muchos
críticos están diciendo (no hemos de olvidar la estupenda filmografía de esta
actriz, que cuenta en su haber con títulos como "21 gramos", "Caza
a la espía" o "Promesas del Este"). Ewan McGregor está soberbio,
acaparando gracias a su espléndida actuación
algunos de los momentos más emotivos de la película.
También hay que avisar que los papeles tan anunciados en
España de Marta Etura y Geraldine Chaplin se convierten en apenas unos cameos,
pues la historia se centra en la supervivencia de la familia en las horas
posteriores a la catástrofe que asoló Tailandia en el 2004. Quienes sin embargo
consiguen hacerse un hueco propio son los jóvenes Oaklee Pendergast y Samuel
Joslin, que interpretan a los dos hijos menores de la familia asolada por la
tragedia. Aquí se nota el buen hacer del director español, quién consigue extraer
unas interpretaciones espectaculares de los pequeños en los pocos minutos que
aparecen en pantalla, al igual que del resto del reparto.
Otra de los aspectos que ayudan al director barcelonés a
introducirnos en la catástrofe son los efectos visuales y especiales. Estos
están creados íntegramente por empresas españolas y nos demuestran que si sabes
aprovechar bien un presupuesto (alrededor de 30 millones de euros), muy modesto
para los estándares de Hollywood aunque bastante elevado para ser una
producción española, puedes lograr crear una película al nivel de las grandes
producciones extranjeras.
Por último, quisiera destacar la estupenda labor del
departamento de sonido. Y no sólo la banda sonora de Fernando Velázquez, que es
sobrecogedora, y en la cual se nota bastante la mano de Michael Giacchino
(la serie "Perdidos"), el cual incluso está acreditado como "agradecimientos"; sino
del departamento de sonido desde el momento de la grabación hasta el posterior
montaje y mezcla de sonido. En muchas ocasiones, especialmente durante el envite
de la ola del tsunami, estamos más sobrecogidos por los efectos sonoros y la
estupenda mezcla (recomiendo ver esta película en un cine equipado con un gran
sistema de sonido) que por la crudeza e impotencia de las imágenes en sí mismas
(que también son espectaculares y muy bien resueltas y montadas, no estoy
menospreciándolas).
Naomi Watts, protagonista del film |
Ya para finalizar, por realizar una leve crítica a la película, hay brevísimos momentos en que las situaciones están resueltas con algunos trucos para conseguir la lágrima del espectador, pero viendo todo lo demás que rodea al conjunto es un aspecto que podemos fácilmente ignorar y pasar por alto, pues no obstante estamos ante un drama y es lógico que el director se tome algunas licencias y tire en algún momento de tópicos.
En definitiva, estamos ante una de las películas más
importantes del año, firme candidata para los Oscar (y no sólo a "Mejor
Película Extranjera", sino que el departamento de sonido, además de quizás
algún otro, debería como mínimo estar nominado en alguna de sus categorías -"Mejor
Sonido" y/o "Mejores Efectos Sonoros"-) y que no puedes dejar
pasar la oportunidad de ver en pantalla grande. Una película española muy
recomendable.
Juan Antonio Bayona durante el rodaje del film . |
Fotograma del impresionante tsunami. |