ROBOCOP (2014)
¿Necesaria? No. ¿Aporta algo nuevo? Sí. ¿Merece la pena? Sorprendentemente, sí, mucho más de lo que aparenta a simple vista.
Nos encontramos ante una nueva adaptación del clásico de los 80 de Paul Verhoven (Desafío Total, Instinto Básico, la minusvalorada Starship Troopers). En este caso, el director José Padilha (conocido por su fiel retrato de la vida en las favelas brasileñas: Tropa de Élite) aporta un punto de vista muy interesante al clásico Robocop. Además, si bien es cierto que se han suavizado ciertas partes violentas para lograr la calificación "Para todos los públicos" tan deseada en EE.UU, esto no es especialmente un lastre, pues se ha reescrito la historia para que tomen mayor protagonismo las decisiones éticas y morales y para ofrecer algo de denuncia, algo a mi parecer mucho más acorde con los nuevos tiempos.
La película plantea cuestiones como los límites de las multinacionales para conseguir sus objetivos de ventas, la eutanasia (aunque no está marcado especialmente este punto, se trata de manera muy adecuada y humana), el valor de la familia, los ataques con drones en territorio extranjero, la manipulación de los informativos, la corrupción en la política, los peligros de la tecnología, las diferencias entre un hombre y una máquina... Este último punto es mucho más interesante de lo que pueda parecer, valorando a través de temas como la consciencia o la capacidad de decisión qué es lo que diferencia a un ser humano de un robot y por qué hay ciertas acciones que un ser humano puede realizar y un robot no (amar, valorar una vida más allá de datos meramente racionales, tomar decisiones basándose en datos emocionales y racionales...).
Este es uno de los puntos fuertes de la película, pues de manera muy sutil (quizás no profundiza todo lo que debiera, pero hace apuntes muy interesantes si el espectador está lo suficientemente atento) el director incluye gran cantidad de temas muy sugestivos para analizar y debatir, algo no demasiado habitual (desgraciadamente) en las grandes superproducciones hollywoodienses. Incluso se permite una crítica magistral al final (que algunos confundirán con una alabanza al realizarla de manera velada) a la excesiva "americanización" de muchas películas que a mí me hizo soltar una carcajada en medio del cine.
El casting elegido es espectacular, empezando por un Joel Kinnaman (El invitado, la serie The Killing) que cumple con su papel de Robocop de manera más que correcta. Gary Oldman (Sirius Black en la saga de Harry Potter, el comisario Gordon en la trilogía de El caballero oscuro) está inconmensurable como el atormentado doctor encargado de salvar al agente Murphy a cualquier coste (además de tener un protagonismo mucho mayor de lo que parecía en el tráiler), mientras es presionado por un gran Michael Keaton (Batman, Beetlejuice), quién interpreta al dueño de la todopoderosa OmniCorp al cual no le importa usar los métodos que sean necesarios para lograr implantar vigilancia en EE.UU. a través de sus drones y robots. Abbie Cornish (Elizabeth: la edad de oro, Sucker Punch) otorga una gran humanidad a la mujer de Murphy (una de las novedades de este nuevo guión), quién ve cómo poco a poco su marido está siendo sustituido por una máquina y manipulado por una gran corporación. Por último, Samuel L. Jackson (Pulp Fiction, Los Vengadores, Django desencadenado), interpreta espléndidamente al manipulador presentador Pat Novak, empeñado a toda costa en favorecer a OmniCorp y su política empresarial en EE.UU. con las mentiras y difamaciones que sean necesarias.
Pese a todos los temas que trata, no hemos de olvidar que estamos ante una película de acción, con unas escenas de acción muy bien resueltas y correctamente distribuidas a lo largo del metraje (algo en lo que muchas películas fallan al acumularlas todas -o al menos las más destacadas- al inicio o final de la misma) y con unos efectos visuales espectaculares y al servicio de la historia (el momento en que Murphy se enfrenta a lo que ha quedado de su cuerpo es espectacular tanto visual como dramáticamente).
El diseño de los diferentes robots, vehículos y armas futuristas es muy realista, lo que ayuda a que nos creamos que estamos en ese Detroit futurista de 2028 y veamos los peligros que nos presenta la película como algo mucho más cercano. Esto también ayuda a que nos identifiquemos con el protagonista y deseemos que triunfe su parte humana por encima de la robótica, pues pese a que la robótica le ha salvado la vida, si termina controlándole y eliminando sus impulsos humanos, ¿ha salvado realmente su vida?
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