martes, 24 de julio de 2012

Una magistral serie británica


DOWNTON ABBEY (Serie de TV)

Nos encontramos ante una de esas joyas que de vez en cuando nos ofrece la siempre interesante televisión británica. Por nombrar algunas de estas joyas británicas podemos recordar la interesantísima serie de ciencia-ficción “Doctor Who”; la reinvención del investigador Sherlock Holmes adaptándolo a la actualidad en “Sherlock”; la miniserie de 3 episodios que nos alertaba sobre los peligros de la tecnología “Black Mirror” o la comedia de sketches “Little Britain”. Esto sólo por nombrar algunas de las joyas más recientes de la televisión británica aunque,  sin duda, hay muchas más que me dejo en el tintero por falta de espacio y tiempo.

Lo primero que cabe destacar de esta serie es la cuidada ambientación de la Inglaterra de principios del siglo XX. Dicha ambientación nos traslada desde el primer minuto a la época representada con un lujo de detalles verdaderamente asombroso, consiguiendo que nos introduzcamos en la trama desde el primer momento. Aquí cabe mencionar que el coste de la serie es de aproximadamente un millón de libras por capítulo. Aunque parezca una cantidad elevada, que lo es (no obstante es la serie británica más cara hasta la fecha), cuando vemos la ambientación y la comparamos con series españolas de coste levemente inferior (Águila Roja, más  900.000 euros por episodio; Cuéntame, más de 800.000 euros por episodio) vemos que el dinero parece estar mucho mejor aprovechado en ésta que nos ocupa.

También hallamos unos guiones milimétricamente cuidados (no obstante el creador de la serie y uno de los principales guionistas es Julian Fellowes, quién escribió el guión de la aclamada “Gosford Park” y, como curiosidad, interpretaba al Ministro de Defensa en la película del agente 007, “El mañana nunca muere”). De este modo las historias se construyen poco a poco, aportando todos los detalles precisos a su debido tiempo y sin incluir nada innecesario o irrelevante, consiguiendo que la historia no resulte tediosa o aburrida en ningún momento, cosa bastante meritoria habida cuenta de los tiempos que corren, donde importa más realizar gran cantidad de capítulos de gran duración para poder introducir mayor cantidad de publicidad y conseguir mayores ingresos que entregar un producto cuidado y bien acabado con la duración estrictamente necesaria.
A esto hay que añadir unas interpretaciones de primer nivel que, unidas a una construcción de personajes espectacular (casi podríamos decir que digna de estudio en las escuelas de guionistas), logran que empaticemos con todos los personajes y comprendamos sus motivaciones y anhelos.

Cabe destacar entre todos a la siempre genial Maggie Smith (la saga "Harry Potter", "Gosford Park") quien borda el papel de la mordaz Lady Violet, Condesa Viuda de Grantham (papel por el cual ha recibido numerosas nominaciones y premios). Sin embargo, tampoco podemos dejar de mencionar a Hugh Bonneville como el juicioso Conde de Grantham; Elizabeth McGovern como su mujer, la Condesa de Grantham; Michelle Dockery como la hija primogénita de la familia Crawley, Lady Mary, alrededor de la cual giran buena parte de las tramas; o Dan Stevens como el Primo Matthew, posible heredero del patrimonio de los Crawley.
Por supuesto, tampoco podemos obviar a los actores que interpretan al servicio de la gran mansión de Downton Abbey, pues alrededor de los mismos giran también muchas de las tramas, tanto principales como secundarias, de la serie. Jim Carter como el inflexible pero justo mayordomo Charles Carson; Phyllis Logan como la sensata ama de llaves, la sra. Hughes; Brendan Coyle como John Bates, el nuevo ayuda de cámara del Conde Grantham (en un papel escrito por Julian Fellowes expresamente para él); Rob James-Collier como el Primer Lacayo Thomas, quién ansía el puesto de ayuda de cámara de Lord Grantham; o Joanne Froggatt como Anna Smith, la Primera Doncella.

Como el lector habrá observado todos ellos son actores y actrices que, en su mayoría, son muy poco conocidos por el gran público. Sin embargo, logran dotar a sus personajes de una profundidad y unos matices realmente asombrosos. La serie también cuenta con estrellas invitadas de la talla de Samantha Bond (en un papel que acaba tornándose recurrente y que le viene como anillo al dedo a la actriz) o Charlie Cox, por poner un par de ejemplos bastante populares.

Podemos concluir diciendo que Downton Abbey, una de las grandes sorpresas del año y una de las mejores series de los últimos tiempos, está construida alrededor de cuatro grandes pilares: unas interpretaciones muy cuidadas y creíbles por parte de todos los actores y actrices (tanto los principales como los secundarios y las estrellas invitadas), una construcción de personajes admirable (tanto sobre el papel como actoralmente), unas tramas y unos guiones concisos, realistas y verdaderamente adictivos y una ambientación de la época realmente espectacular, con un amor por el detalle ciertamente destacable. En definitiva estamos ante una serie altamente recomendable que todo aquel que tenga ocasión debería ver. ¡Imprescindible!


martes, 3 de julio de 2012

Entretenida, pero totalmente innecesaria


THE AMAZING SPIDERMAN (2012)

Mi sorpresa cuando me enteré de la idea que rondaba por los estudios de Hollywood de realizar este reinicio (o reboot) de la franquicia del hombre araña fue mayúscula. Pese a la crisis reinante de ideas originales en Hollywood me parecía bastante increíble que fueran a rehacer una película filmada hace apenas 10 años. Sin embargo, Hollywood siempre tiene la capacidad de sorprenderme (para bien o, últimamente más, para mal) y así lo hizo nuevamente. Varios meses después la idea era firme y entraba en preproducción.

No es que podamos decir que la película sea una copia de la de Sam Raimi del 2002, ni que sea una mala película, pero sí que es cierto que cuenta la misma historia que la mencionada cambiando al enemigo de Spiderman y al interés romántico de éste. ¿Son estos datos suficientes para volver a intentar relanzar una saga? Desde mi punto de vista, no; desde el punto de vista de los grandes productores de Hollywood, sin duda.

En primer lugar quiero aclarar que tampoco soy un gran fan de las de Raimi, me parecen películas entretenidas y poco más. Al igual que ésta que nos ocupa. Sin embargo las de Raimi tienen una ventaja: fueron rodadas primero, por lo que la sensación de sorpresa era mayor. En ésta nos da la sensación de que hay escenas ya vistas (la muerte del tío Ben, que parece casi por compromiso con el cómic, teniendo mucha menos carga emotiva que en la de Raimi; o el momento de la picadura de la araña, pese a que cambien los motivos de la visita de Peter Parker al laboratorio levemente).

Así, nos encontramos con una película cuya mayor baza son sus actores. Un Andrew Garfield que consigue que nos olvidemos de Tobey Maguire casi al instante de aparecer en pantalla, una Emma Stone que salva su papel de Gwen Stacy de manera notable, un genial (y muy desaprovechado) Martin Sheen como Tío Ben o una Sally Field que consigue hacer suyo su papel de Tía May. Sin olvidarnos, por supuesto, de un vilano de altura interpretado por Rhys Ifans que, sin embargo, se queda un poco anodino hasta que se produce su transformación en el temible Lagarto. Tampoco nos equivoquemos, no es un trabajo actoral por el que serán recordados, pero logran salvar sus respectivos personajes de manera muy digna.

Los efectos especiales de la película son un poco decepcionantes, pues en algunos paseos de Spiderman por Nueva York, se notan demasiado los coches digitales o la física de éstos al moverse resulta un poco extraña, antinatural. Hay efectos soberbios, sí, pero hay otros que dejan un regusto un tanto amargo, empañando el resultado técnico final de manera notable.

Por otra parte, la acción es una tanto escasa y no está muy bien dosificada, con una escena final a la altura, pero con algún tramo un tanto lento (debido también al hecho de que estamos observando partes de una historia ya conocida). En algunos momentos la acción también resulta un tanto confusa, debido probablemente a que el director de la película, Marc Webb ("(500) días juntos", la serie "Lone Star"), no es un director de películas de acción o grandes blockbusters. Esto también se nota en el excesivo tono romántico que tiene el film en algunas partes, resaltando especialmente la relación de Peter Parker con Gwen Stacy, lo cual ralentiza el desarrollo de la historia, perjudicando al resultado final.
 
En conjunto estamos ante una película entretenida, que te hará pasar un buen rato fácilmente pero que apenas aporta nada a la historia ya contada hace 10 años por Raimi (exceptuando un apunte sobre los padres de Peter que puede ser bastante interesante si lo desarrollan bien en la segunda parte, ya programada para el 2 de mayo de 2014).