martes, 23 de julio de 2013

Michael Bay demuestra que no necesita enormes presupuestos

DOLOR Y DINERO (2013)

A muchos nos sorprendió la noticia de que Michael Bay, director asociado a presupuestos astronómicos desde sus inicios en 1995 con “Dos policías rebeldes”,  iba a dirigir una historia basada en hechos reales con un presupuesto estimado en unos 25 millones de dólares, una cifra muy inferior a las que suele manejar en sus películas. Por citar sólo algunas, “Armageddon” tenía un presupuesto de unos 140 millones de dólares, “Pearl Harbor” se convirtió en la más cara de la historia en su momento con un presupuesto que según algunas fuentes alcanzó los 200 millones de dólares, y la saga “Transformers” contó con un presupuesto que se fue incrementando con cada nueva entrega, 150, 200 y 250 millones de dólares respectivamente.

Sin embargo, el director consigue ofrecer un producto original, diferente a aquello a lo que nos tiene acostumbrados (aunque sí hay pequeños guiños como los planos en slow motion o sus famosos travelling circulares atravesando diversos elementos) demostrando que, aunque sabe manejar grandes presupuestos como nadie (pese a que las secuelas de “Transformers” digan lo contrario), es un director capaz de mantener el interés del espectador con una película modesta, sin grandes artificios.

La historia, basada en hechos reales, como ya hemos dicho, se centra en tres amigos culturistas con no demasiadas luces que, en su afán por alcanzar el sueño americano, no se les ocurre mejor manera que secuestrar a un empresario y obligarle a que les ceda sus propiedades y bienes. Con grandes dosis de humor negro, la película relata los acontecimientos de manera bastante entretenida. Sin embargo, aunque no es excesivamente larga (dura 130 minutos), se habría agradecido que el metraje fuese 15 o 20 minutos inferior, pues hay algunos momentos que se alargan demasiado sin aportar gran cosa a la trama.

El trío protagonista es muy acertado, con un Mark Wahlberg (“Tres reyes”, “Infiltrados”, “The Fighter”) que realiza un gran papel como el “cerebro” del golpe, un Dwayne (ex “The Rock”) Johnson (“El regreso de la Momia”, “El rey escorpión”, “Fast Five”) que sorprende enormemente en un papel de culturista cocainómano recién salido de la cárcel que intenta abrazar la religión cristiana y un Anthony Mackie (“Million Dollar Baby”, “En tierra hostil”, “Gangster Squad”) como tercera parte del grupo que, sin ser incómodo, resulta el más flojo del reparto principal. A estos les acompañan un gran Tony Shalhoub (el detective de la serie televisiva  “Monk”,  el policía libanés-americano de “Estado de sitio”, uno de los alienígenas de “MIB”) como el malhablado y malhumorado empresario víctima del secuestro y el genial Ed Harris (“Poder absoluto”, el general Francis Hummel de “La Roca”, el Christof de “El show de Truman”) en un papel de detective privado que se hubiese agradecido que tuviese más presencia debido a la interpretación del actor.


Bay nos presenta una película modesta y desenfadada, consiguiendo aunar la violencia y el humor negro sin caer en lo grotesco o zafio. El director consigue introducir el humor negro de manera muy acertada en una historia bastante dramática, no solo sin que desentone o saque al espectador de la misma, sino convirtiéndolo en una de las grandes bazas del film y permitiendo el lucimiento de las características cómicas del reparto.


Por otro lado, la banda sonora de Steve Jablonsky (“The Island”, la trilogía de “Transformers”, “Battleship”) es muy acertada para la película entremezclando temas muy conocidos con otros propios de manera muy correcta, acompañando en todo momento la acción que transcurre en pantalla y consiguiendo elevar el resultado final del film.


Estamos por tanto ante una película sin grandes pretensiones, que es consciente de ello, consiguiendo hacer de esto su mayor baza; con unas correctas interpretaciones, tanto de los protagonistas como de los secundarios; y con una dirección de Michael Bay diferente a lo que nos tiene acostumbrados, más “calmada” y que sorprende, logrando hacernos pasar un buen rato en el cine (que es de lo que se trata, que muchos directores a veces se olvidan que la principal función del cine es entretener).  
Michael Bay dirigiendo una escena durante el rodaje del film.
Mark Wahlberg en un momento del rodaje.

miércoles, 10 de julio de 2013

Interesantes ideas, pero irregular ejecución

THE EAST (2013)

El punto de partida de este film es muy interesante: una mujer recibe la misión de infiltrarse en un grupo de ecologistas radicales que están atacando a los dirigentes de algunas de las compañías más poderosas del país, las cuales están dañando el medio ambiente sin preocuparse por ello.

Sin embargo, este filme, pese a un punto de partida tan atractivo, tiene una ejecución muy irregular, con algunas ideas muy interesantes y con gran carga crítica y otros momentos un poco lentos y que no aportan gran cosa al desarrollo de la trama. Además, adolece de un tráiler (y de una sinopsis) que te muestra, sin exagerar, los puntos relevantes de la mayor parte de la trama, incluyendo algunos aspectos que ocurren muy avanzada la historia, lo cual resulta un gran lastre para el film, pues estamos ante una intriga.

La película cuenta con unas interpretaciones correctas, con una Brit Marling ("Otra Tierra", "Sound of my voice", "El fraude") muy correcta, responsable también de la irregularidad (y momentos de brillantez) del guión junto con el director, también firmante del libreto. Alexander Skarsgård ("Melancolía", "Battleship") realiza su papel de manera correcta, resultando ambiguo y enigmático a partes iguales como el líder de la banda de ecologistas. Por otra parte, Ellen Page ("Juno", "Inception", "Super") está bastante desaprovechada, con un papel con menos presencia del que le corresponde a esta actriz. El resto de secundarios están correctos en unos papeles interesantes pero sin la suficiente profundidad como para que puedan lucirse especialmente, destacando quizás Shiloh Fernandez ("Caperucita Roja", "Posesión Infernal") con un papel algo diferente, pero carente también de la profundidad que podría haber tenido para hacer del mismo algo realmente memorable.


Tras una interesante, intensa y angustiosa búsqueda de la banda e infiltración en la misma por parte de la protagonista, una genial media hora inicial del filme, la ejecución de los golpes del grupo de anarquistas es lo más interesante que queda (aunque se echan en falta mayor número de ellos), pues son las partes donde más avanza la trama y donde se encuentran las mayores dosis de carga crítica. Sin embargo, se nos introduce una historia de amor que, sin dar más datos para aquel que haya tenido la suerte de no ver el tráiler, o bien no está lo suficientemente desarrollada o bien está introducida de manera un tanto abrupta y forzada, por lo que resta fuerza al conjunto y nos ofrece las partes más lentas del filme.

En conjunto, podemos decir que estamos ante una película correcta, con una buena dosis de carga crítica contra las grandes corporaciones y la doble moral, pero que pierde fuerza debido a la irregularidad del conjunto, con algunas partes un poco lentas y forzadas.



lunes, 8 de julio de 2013

Mejor que la anterior, sí, pero demasiado excesiva y poco original

EL HOMBRE DE ACERO (2013)

Parecía que estábamos ante la película definitiva de Superman cuando aparecieron las primeras informaciones sobre “El hombre de acero”, sensación que se acrecentó cuando vimos las primeras imágenes y los primeros tráilers. Con historia y producción de Christopher Nolan, el hombre que elevó el cine de superhéroes a la liga de grandes películas, demostrando que una película comercial puede tener un gran guión y unas grandes interpretaciones al mismo tiempo que grandes escenas de acción, ¿qué podía fallar?

Pues algo falla. Estamos ante una buena película, sí, pero no todo lo buena que podría haber sido. Aunque en la historia ha trabajado Christopher Nolan, el guión es del un tanto cuestionable David S. Goyer, quién sólo tiene en su haber como buenas películas aquellas que ha guionizado junto a alguno de los hermanos Nolan, como la trilogía de “El caballero oscuro”, pues también ha escrito engendros como “Ghost Rider 2” o “Jumper”. La historia es cierto que introduce elementos muy interesantes como la culpabilidad del héroe o la dicotomía entre salvar a alguien o mantener sus poderes en secreto para mayor seguridad propia, sin embargo, no sé si debido a errores de montaje o, creo yo que más probablemente debido a fallos de guión, son elementos que sólo se introducen levemente pero nunca se llega a profundizar verdaderamente en ellos.

El casting elegido es muy acertado, empezando por un Henry Cavill (“Tristán e Isolda”, “Immortals”) que realiza un gran trabajo para interpretar al alienígena Kal-El, dotando al personaje de una gran humanidad. Le acompaña una genial Amy Adams (“Atrápame si puedes”, “La duda”, “The Fighter”), que empieza con una Lois Lane con gran carácter y enormes posibilidades, pero que el guión acaba convirtiendo en una ciega seguidora enamorada de Superman, restando mucha fuerza al personaje.  Michael Shannon (la serie “Boardwalk Empire”, “Sin frenos”) interpreta a un villano más que correcto, aportando un gran carisma a su personaje, el General Zod. Russell Crowe (“Gladiator”, “Red de mentiras”, ”Los Miserables”) está inmenso como Jor-El, padre biológico de Superman, llegándose a echar de menos más escenas con él presente. Kevin Costner (“Bailando con lobos”, “Open Range”, “Mr. Brooks”), sin embargo, está enormemente desaprovechado como el padre adoptivo de Superman, con un final para su personaje muy cuestionable y decepcionante. Diane Lane (“La tormenta perfecta”, “Infiel”, “Hollywoodland”) está más que correcta como la comprensiva y protectora madre adoptiva de Superman. Y, por último, Ayelet Zurer (“Ángeles y Demonios”) tiene un papel casi anecdótico como la madre biólogica de Kal-El, estando enormemente desaprovechada.

La historia comienza muy bien, contándonos los problemas que llevan a la destrucción del planeta natal de Kal-El y de cómo su padre consigue salvarle, así como los aspectos más relevantes de la infancia del protagonista a través de diversos flashbacks, pero poco a poco comienza a desinflarse hasta llegar a un final muy hollywoodiense, con grandes cotas de acción y destrucción, pero sin apenas nada original que contar, con una escena final especialmente descomunal y que llega a resultar un poco aburrida debido a lo excesivo de la misma.

Por otra parte, continuamente está presente la sensación de que el director Zack Snyder (“300”, “Watchmen”, “Ga´Hoole”, “Sucker Punch”) no dirige la historia, sino que trata de copiar a otros directores y los grandes blockbusters, pues no hay ningún detalle de particularidad o que se vea como propio del director, perdiéndose esa originalidad visual que siempre ha  caracterizado sus películas.



Además, las peleas están rodadas de manera demasiado cercana para el poder que tienen los personajes que luchan, especialmente la mayoría de los planos de la escena final, dificultando el visionado de lo que ocurre en pantalla y estropeando el buen hacer del departamento de efectos visuales, los cuales ofrecen efectos que son realmente muy espectaculares pero que muchas veces cuesta apreciar en su totalidad.

Por tanto, estamos ante una buena película, mejor que el anterior intento por resucitar a este superhéroe en la gran pantalla (faltaría más), pero que no termina de despegar y mostrarnos algo original, sino que se mantiene demasiado en la línea de una película comercial hollywoodiense relegando a un segundo plano todos esos aspectos que aparecían en el tráiler que nos hacían augurar un gran Superman. Qué se la va a hacer, una pena. Esperemos que en la segunda parte (ya confirmada) se atrevan a ir donde no han terminado de llegar en esta primera.