lunes, 8 de julio de 2013

Mejor que la anterior, sí, pero demasiado excesiva y poco original

EL HOMBRE DE ACERO (2013)

Parecía que estábamos ante la película definitiva de Superman cuando aparecieron las primeras informaciones sobre “El hombre de acero”, sensación que se acrecentó cuando vimos las primeras imágenes y los primeros tráilers. Con historia y producción de Christopher Nolan, el hombre que elevó el cine de superhéroes a la liga de grandes películas, demostrando que una película comercial puede tener un gran guión y unas grandes interpretaciones al mismo tiempo que grandes escenas de acción, ¿qué podía fallar?

Pues algo falla. Estamos ante una buena película, sí, pero no todo lo buena que podría haber sido. Aunque en la historia ha trabajado Christopher Nolan, el guión es del un tanto cuestionable David S. Goyer, quién sólo tiene en su haber como buenas películas aquellas que ha guionizado junto a alguno de los hermanos Nolan, como la trilogía de “El caballero oscuro”, pues también ha escrito engendros como “Ghost Rider 2” o “Jumper”. La historia es cierto que introduce elementos muy interesantes como la culpabilidad del héroe o la dicotomía entre salvar a alguien o mantener sus poderes en secreto para mayor seguridad propia, sin embargo, no sé si debido a errores de montaje o, creo yo que más probablemente debido a fallos de guión, son elementos que sólo se introducen levemente pero nunca se llega a profundizar verdaderamente en ellos.

El casting elegido es muy acertado, empezando por un Henry Cavill (“Tristán e Isolda”, “Immortals”) que realiza un gran trabajo para interpretar al alienígena Kal-El, dotando al personaje de una gran humanidad. Le acompaña una genial Amy Adams (“Atrápame si puedes”, “La duda”, “The Fighter”), que empieza con una Lois Lane con gran carácter y enormes posibilidades, pero que el guión acaba convirtiendo en una ciega seguidora enamorada de Superman, restando mucha fuerza al personaje.  Michael Shannon (la serie “Boardwalk Empire”, “Sin frenos”) interpreta a un villano más que correcto, aportando un gran carisma a su personaje, el General Zod. Russell Crowe (“Gladiator”, “Red de mentiras”, ”Los Miserables”) está inmenso como Jor-El, padre biológico de Superman, llegándose a echar de menos más escenas con él presente. Kevin Costner (“Bailando con lobos”, “Open Range”, “Mr. Brooks”), sin embargo, está enormemente desaprovechado como el padre adoptivo de Superman, con un final para su personaje muy cuestionable y decepcionante. Diane Lane (“La tormenta perfecta”, “Infiel”, “Hollywoodland”) está más que correcta como la comprensiva y protectora madre adoptiva de Superman. Y, por último, Ayelet Zurer (“Ángeles y Demonios”) tiene un papel casi anecdótico como la madre biólogica de Kal-El, estando enormemente desaprovechada.

La historia comienza muy bien, contándonos los problemas que llevan a la destrucción del planeta natal de Kal-El y de cómo su padre consigue salvarle, así como los aspectos más relevantes de la infancia del protagonista a través de diversos flashbacks, pero poco a poco comienza a desinflarse hasta llegar a un final muy hollywoodiense, con grandes cotas de acción y destrucción, pero sin apenas nada original que contar, con una escena final especialmente descomunal y que llega a resultar un poco aburrida debido a lo excesivo de la misma.

Por otra parte, continuamente está presente la sensación de que el director Zack Snyder (“300”, “Watchmen”, “Ga´Hoole”, “Sucker Punch”) no dirige la historia, sino que trata de copiar a otros directores y los grandes blockbusters, pues no hay ningún detalle de particularidad o que se vea como propio del director, perdiéndose esa originalidad visual que siempre ha  caracterizado sus películas.



Además, las peleas están rodadas de manera demasiado cercana para el poder que tienen los personajes que luchan, especialmente la mayoría de los planos de la escena final, dificultando el visionado de lo que ocurre en pantalla y estropeando el buen hacer del departamento de efectos visuales, los cuales ofrecen efectos que son realmente muy espectaculares pero que muchas veces cuesta apreciar en su totalidad.

Por tanto, estamos ante una buena película, mejor que el anterior intento por resucitar a este superhéroe en la gran pantalla (faltaría más), pero que no termina de despegar y mostrarnos algo original, sino que se mantiene demasiado en la línea de una película comercial hollywoodiense relegando a un segundo plano todos esos aspectos que aparecían en el tráiler que nos hacían augurar un gran Superman. Qué se la va a hacer, una pena. Esperemos que en la segunda parte (ya confirmada) se atrevan a ir donde no han terminado de llegar en esta primera.
 

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